Una sal es un compuesto iónico formado por interacción electrostática entre un catión y un anión. El caso más sencillo es el de una sal binaria en la que sus iones son monoatómicos, pero esta no es la única posibilidad, pues nada impide que haya un mayor número de iones o que estos sean agrupaciones de átomos de diferente naturaleza. Un caso particular lo constituyen las sales que resultan de la unión de un catión metálico monoatómico y un anión complejo derivado de un oxoácido (oxoanión):
- Cuando el oxoanión no contiene hidrógenos ácidos (es decir, el oxoácido del que procede se ha desprendido de todos sus H+), la sal que se obtiene se denomina oxisal.
- Cuando el oxoanión conserva hidrógenos ácidos (el oxoácido ha perdido algún H+, pero no todos), la sal que se obtiene se denomina sal ácida.
Independientemente del tipo de sal, la regla general mediante las que se formulan todas ellas es siempre la misma:
En la fórmula de todas las sales aparece en primer lugar el átomo o grupo catiónico y, a continuación, la parte aniónica.
El número de cationes y de aniones debe ser tal que las cargas aportadas por cada uno se anulen entre sí, para que la molécula conserve su neutralidad. Por ejemplo:

Aunque solemos hacer estudios específicos de cada tipo de sal, de manera general se puede decir que:
En el nombre de las sales se menciona siempre, en primer lugar, la parte aniónica y, en segundo lugar, la parte catiónica.
Nomenclatura de oxosales
En las oxosales se debe nombrar primero el oxoanión y, a continuación, el catión metálico. Para nombrar el oxoanión podemos emplear la nomenclatura tradicional o la de adición, como en los siguientes ejemplos:
Cuando empleamos la nomenclatura tradicional para el oxoanión, lo más habitual es indicar, si fuera necesario, el número de oxidación o el número de carga del catión metálico, inmediatamente después nombrarlo (entre paréntesis y sin dejar espacio entre medias). Por ejemplo:

Cuando empleamos la nomenclatura de adición, preferida por la IUPAC, se indican los números de carga tanto en el anión como en el catión (en este último, solo cuando hay varias posibilidades):

También podemos utilizar prefijos multiplicadores, tanto para el anión como para el catión. Como el catión es un ion sencillo, los prefijos que le pueden acompañar son los habituales di–, tri–, tetra–, etc. Sin embargo, el oxoanión es un ion complejo, que en sí mismo podría incorporar algunos de estos prefijos en su nombre, por lo que, para evitar confusiones o ambigüedades, se escribe entre paréntesis y, si fuera necesario, se utilizarían los prefijos multiplicadores bis–, tris–, tetrakis–, pentakis–, etc.

Aunque menos común, también pueden usarse los prefijos multiplicadores en la nomenclatura tradicional, en cuyo caso el oxoanión, a pesar de recibir un nombre no sistemático, se considera igualmente un ion complejo, por lo que se escribe entre paréntesis y se emplean los prefijos multiplicadores anteriormente mencionados:

Nomenclatura de sales ácidas
Las sales ácidas que contienen oxoaniones, en los que se conserva algún hidrógeno del oxoácido de procedencia, se nombran de manera análoga a las oxosales, aplicando los criterios de nomenclatura correspondientes a este tipo de aniones.
Los nombres más extendidos son los tradicionales, en los que se antepone la palabra hidrógeno (dihidrógeno, trihidrógeno…) al nombre del oxoanión, como se puede apreciar en los siguientes ejemplos:

El primer compuesto, el hidrogenocarbonato de sodio, es de uso común en antiácidos, dentífricos, preparaciones de repostería… ¿Sabes a qué sustancia nos referimos? Se trata, en realidad, del bicarbonato sódico, cuya denominación corresponde a una nomenclatura antigua, en desuso desde hace décadas, aunque en este caso su nombre ha sobrevivido, debido a su extenso uso comercial y farmacéutico.
Por su parte, la nomenclatura de adición requiere un gran conocimiento de la estructura del compuesto, por lo que es menos común, a pesar de ser la recomendada por la IUPAC. Veamos como se nombrarían los anteriores ejemplos:

Aunque nos hemos centrado en las sales ácidas derivadas de oxoácidos, también se consideran sales ácidas aquellas que proceden de sustituir un hidrógeno en los ácidos hidrácidos. Por ejemplo, del H2S (sulfuro de hidrógeno o ácido sulfhídrico) deriva el anión HS–, hidrogenosulfuro o hidrurosulfato(1–), que al combinarse con un catión metálico puede dar distintas sales ácidas:
- Con el catión K+ genera la sal KHS: hidrogenosulfuro de potasio o hidrurosulfato(1–) de potasio.
- Con el catión Be2+ genera la sal Be(HS)2: hidrogenosulfuro de berilio, hidrurosulfato(1–) de berilio o bis(hidrurosulfato) de berilio.