En la mayoría de los compuestos binarios en los que participa el oxígeno (óxidos) nos encontramos con que su número de oxidación habitual es –II. Sin embargo, esta no es la única opción, pues el oxígeno puede dar lugar a varios aniones distintos con los que forma compuestos característicos:
La IUPAC no hace ningún tipo de distinción entre ellos, en cuanto a formulación y nomenclatura, por lo que están sometidos a las mismas reglas que los óxidos pues, de manera general, todos ellos pueden englobarse dentro de esta denominación.
Los peróxidos
En estos óxidos aparece el anión peróxido, diatómico, y con carga 2–, por lo que se considera que cada oxígeno actúa con número de oxidación –I. En consecuencia:
La fórmula general de los peróxidos es A2(O2)n, donde A suele ser un elemento metálico, y n representa su número de oxidación.
Una consecuencia de lo anterior es que no podemos simplificar la fórmula de los peróxidos todo lo que queramos, pues en ellos siempre debe existir un número par de átomos de oxígeno:
- Cuando n es uno, la fórmula del peróxido es A2O2, como en Na2O2.
- Cuando n es dos, la fórmula del peróxido sería A2(O2)2, que al simplificarse queda como AO2, como en MgO2.
- Cuando n es tres, la fórmula del peróxido sería A2(O2)3, que no puede simplificarse y, a lo sumo, podría representarse como A2O6, tal y como ocurre en el Fe2(O2)3 (o Fe2O6).
Siguiendo la misma estrategia que en los óxidos (y, en general, en cualquier compuesto binario), el nombre de los peróxidos se obtiene leyendo la fórmula de derecha a izquierda:
- Se pueden nombrar utilizando prefijos multiplicadores para indicar el número de átomos de cada elemento en la fórmula (antigua nomenclatura sistemática). En este caso, se puede poner entre paréntesis el nombre del anión para resaltar su presencia como tal en la molécula. Por ejemplo, el Hg2O2 se nombraría como dióxido de dimercurio o (dióxido) de dimercurio.
- Si optamos por utilizar el nombre sistemático del anión, dióxido(2–), se deberá utilizar (por coherencia) el número de carga también para el catión que lo acompaña. Según esto, el Hg2O2 se nombraría como dióxido(2–) de dimercurio(2+).
- También podemos utilizar el nombre tradicional aceptado del anión, peróxido, en cuyo caso añadiremos el número de oxidación del otro elemento entre paréntesis, en números romanos y sin espacios. De esta manera, el Hg2O2 se nombraría como peróxido de mercurio(I).
Veamos otros ejemplos:

El peróxido de hidrógeno se conoce habitualmente como agua oxigenada, que también puede considerarse un hidruro derivado, en cuyo caso obtendríamos el nombre dioxidano.
Los superóxidos y los ozónidos
Los superóxidos o hiperóxidos se caracterizan por la presencia del anión dióxido(1–), diatómico, mientras que en los ozónidos aparece el anión trióxido(1–), triatómico.
La fórmula general para los superóxidos es A(O2)n, y para los ozónidos es A(O3)n, siendo n el número de oxidación del elemento A.
En ambos casos se pueden aplicar las mismas estrategias de formulación y nomenclatura mencionadas anteriormente, por lo que nos limitaremos a exponer algunos ejemplos:
