El sábado pasado tuve la ocasión de participar en la II Feria de Ciencia y Tecnología de Castilla y León, organizada por la Unidad de Cultura Científica, que dirige Isabel Soto, en la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Burgos. Este evento se está convirtiendo en un punto de encuentro de referencia en la región para jóvenes, y no tan jóvenes, interesados en la ciencia y su divulgación. Unos 500 estudiantes, desde infantil a bachillerato, participaron en los diferentes talleres ofertados, entre los cuales causaron gran expectación los dedicados a la robótica, los drones, la realidad virtual o la impresión 3D. Los más pequeños también disfrutaron de los talleres de Pequeciencias o Minichefs, del que salían encantados con sus gorros de cocina y su tartera repleta de deliciosas creaciones. Algo más mayores eran los alumnos de Física Fascinante, Química Divertida o Matemáticas Divertidas, o los sugerentes talleres Descubriendo lo invisible, El vacío o Matemáticas y magia, en los que descubrieron los aspectos más lúdicos y entretenidos que a veces se esconden detrás de las explicaciones de clase. Aprender divirtiéndose o divertirse aprendiendo, todo ello para despertar el interés de nuestros jóvenes por la ciencia e incentivar nuevas vocaciones científicas.
Los que ya iban motivados son los grupos que se presentaron al concurso que tuvo lugar por la tarde. Unos cuarenta experimentos y proyectos de investigación o divulgación compitieron, entre nervios y explicaciones al jurado, en diferentes modalidades: Experimentos en Ciencias (para Infantil, Primaria y alumnos con discapacidades), Trabajos de Investigación Científica y Trabajos de Divulgación Científica Interactivos (estos últimos para alumnos de ESO, Bachillerato y Formación Profesional). Es imposible no quedarse asombrado con lo que los chicos y las chicas son capaces de hacer, con la ayuda y el impulso de sus profesores. No puedo opinar demasiado de los experimentos que realizaron los alumnos de infantil o primaria, pues estuve acompañando a los grupos de secundaria y compartí con ellos la emoción y la ilusión por mostrar sus proyectos a todo aquel que se acercase a sus respectivos puestos.
Entre ellos, llamaron especialmente mi atención los tres trabajos de investigación que presentaron los alumnos del IES Vía de la Plata, de Guijuelo (Salamanca), y de hecho se alzaron con el segundo premio en esta modalidad con su proyecto Actividad antibacteriana de los aceites esenciales, cuyo montaje era espectacular:
Del mismo centro eran las chicas que presentaron los interesantes proyectos Estudio del Efecto Antibacteriano de Clorofilas, Carotenos y Xantófilas y Buscadores de oro, quienes me explicaron detallada y rigurosamente sus trabajos. Estas últimas me mostraron cómo, de una manera inesperadamente sencilla, habían conseguido extraer y recuperar las pequeñas cantidades de oro que se encuentran en los móviles que todos desechamos. Además, ¡fueron superamables y simpáticas conmigo!
El tercer premio quedó en manos de Eva López y Ángela Rodríguez, alumnas del IES Pintor Luis Sáez (Burgos), con el trabajo titulado Cuando los huesos hablan, en el que hacen un análisis antropológico de un hueso fósil para estimar la edad, el sexo, la estatura y el peso del ser humano al que pertenecía. Me alegré especialmente por ellas, y su tutor, Jorge Pampliega, ya que estoy realizando mis prácticas en ese instituto y ya sabéis, el roce hace el cariño…
Pero los vencedores en la categoría de investigación fueron los alumnos del centro La Visitación de Nuestra Señora de Saldaña, con el trabajo Dimensiones, un interesante estudio de la teoría de la gravedad de Einstein, en el que el jurado valoró positivamente la complejidad conceptual de la misma (estructura del espacio-tiempo, gravitones, teoría de cuerdas…) y el tratamiento de un tema de trascendente actualidad (detección hace unos pocos meses de las ondas gravitacionales predichas por la teoría de la relatividad general).
En cuanto a los trabajos de divulgación científica, destacaron los alumnos del Colegio Jesús María (Burgos), que consiguieron el primer y el tercer premio, con los trabajos Space y Queiruguers: divulgando la ciencia, respectivamente. El primero, realizado por un grupo de 4º de ESO, consiste en un blog (2016 Space: conquistando el espacio) que recopila varios trabajos relacionados con el espacio, la exploración espacial y la astrobiología y que, además, cuenta con una sección de microentrevistas a expertos y reconocidos investigadores (como Carlos Briones, Emiliano Bruner o Emmet Fletcher) y un rincón dedicado a relatos de ficción científica, escritos por sus propios compañeros. ¡Os animo a visitarlo!

En tercera posición quedó el grupo que se presentó con el peculiar nombre de Queiruguers, un divertido homenaje a su profesor, Miguel Ángel Quiruga, quien no sólo tutorizaba este trabajo, y el anterior, sino que llevó a… ¡otros cuatro grupos más que se presentaron al concurso! No me extraña que con tantos alumnos surgiera confusión en la entrega de premios, y dudaran a quién le correspondía salir a recogerlo… En este caso mostraron una serie de experiencias divulgativas realmente curiosas y que también han recogido en un canal de YouTube, por lo que es mejor que las veas tú mismo a que yo te las cuente, pinchando aquí. Además, invitaban a sugus a todo el que se acercase, lo cual siempre es de agradecer.
¡Pero no todo se lo iban a llevar los alumnos de este colegio! El segundo premio lo recogió el grupo de alumnos del IES Conde Sancho García (Espinosa de los Monteros, Burgos), que presentó el trabajo La adulteración del aceite de oliva virgen y virgen extra. Aprovecho la ocasión para saludar a todos los Espiciencias, que vinieron en masa desde Espinosa de los Monteros a participar en la feria. ¡Da gusto ver a profesores tan comprometidos y a alumnos tan entusiastas!
Y aunque no consiguieron premio, sí quiero dedicar un pequeño espacio a los proyectos que tres compañeros míos, y futuros profesores, llevaron a concurso con sus «alumnos»:
- Mitos y Leyendas de la Coca-Cola, coordinado por David Herrero, donde sus alumnos del IES Diego de Siloé (Burgos) nos enseñaron los efectos de este refresco sobre un clavo oxidado, cómo reacciona con los caramelos mentos, la cantidad de azúcar cristalizado que posee una lata, la diferencia de densidades entre la cola normal, la light y la zero y, lo que me dejó más sorprendido, nos demostraron que ¡la coca-cola contiene alcohol! (muy poquito, sí, pero ahí está)
- Experimentando con agua, un proyecto de un grupo de alumnas del Colegio Jesús María (Burgos), coordinado por Alicia Cuesta, en el que realizaron varios experimentos usando botellas, clips, vasos y monedas, que puedes ver en el siguiente blog.

- Indagando con luz, también llevado a cabo por alumnos del Colegio Jesús María (Burgos), coordinado en este caso por Isabel Abajo, donde pudimos ver los espectros de la luz o cómo se mueve un haz a través de un cable de fibra óptica.
La verdad que fueron muchos los proyectos interesantes, ganadores o no es lo de menos, pero sobre todo me quedo con el buen rollo y las ganas de hacer cosas nuevas y diferentes de todos los participantes. No todo el mundo está dispuesto a dedicar el sábado a una feria científica, y ahí estaban ellos, defendiendo el trabajo que tanto esfuerzo y dedicación había costado. ¡Olé!